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José de Castro: "Empecé a tocar la guitarra de pequeñito por mi admiración hacia Mark Knopfler"
El guitarrista José de Castro “Jopi” (Melendi, Malú, Mónica Naranjo…) pasó por la tienda y aprovechamos para charlar con él.

José de Castro, también conocido como Jopi, lleva años dedicándose a la guitarra. Comenzó formando grupos, pasó a tocar en orquestas y hoy en día lo podemos ver colaborando con grandes nombres (Melendi, Mónica Naranjo, Malú…) tanto en directo como aportando grabaciones desde su estudio de Leganés.
Aprovechamos que la gira de Melendi pasa por Bilbao para invitarlo a la tienda y que nos cuente cosas sobre su carrera, las guitarras Ibanez que tanto le gustan, los emuladores de amplis, las grabaciones…
Comenzaste tocando en grupos, luego orquestas, pasaste a trabajar en estudios, de gira con artistas… ¿Podrías comentarnos algunos puntos clave en tu carrera?
Pues la verdad que en cada en cada etapa siempre ha habido algún momento que ha supuesto el punto de inflexión. Por ejemplo, cuando empecé con el grupo con el que ya estuvimos grabando y tocando muchos conciertos y demás, hubo un momento en el que dijimos: “Bueno parece que podemos hacer algo con la música, aunque sea a nivel grupito”.
Después con las orquestas igual. Estuve con orquestas pequeñitas con las que era todo un poco cutre, lo típico, para las fiestas y tal, y de repente entré en una que era muy grande y dije: “¡Esto se parece un poco a lo que es estar de gira!”.
Más tarde, cuando empecé con artistas, igual. La primera vez que tocas en escenarios grandes y no tienes que cargar tus cacharros ni nada… Siempre hay unos puntos donde ves que las cosas van avanzando.
Hemos visto en otros vídeos que tienes una buena colección de guitarras. ¿Podrías explicarnos qué guitarras han marcado tu sonido desde el inicio hasta ahora?
Yo soy muy del sonido Strato de siempre. De hecho, empecé a tocar la guitarra de pequeñito por mi admiración hacia Mark Knopfler y ese es el sonido que tengo en la cabeza. Siempre he buscado moverme por lo menos alrededor eso.
No quiere decir que no me gusten las pastillas dobles o todo tipo de configuraciones, pero el punto ese Strato tiene que existir.
Te vemos sobre todo con guitarras Ibanez AZ. ¿Qué es lo que te gusta de ellas? ¿Cómo las definirías?
Pues las AZ es que tienen todo lo que me gusta en una guitarra. Tienes por un lado el tono ese Strato que me encanta. Strato o súper Strato, porque tengo con tres pastillas simples o con doble, single, single. Con estas configuraciones me muevo en los registros en los que estoy cómodo, pero es que encima tienes lo que te da Ibanez, que es estabilidad en la afinación, mástiles súper cómodos… Con estas guitarras estoy como un niño pequeño la verdad.
Trabajas mucho para otros artistas, aportando guitarras desde tu estudio. ¿Cuál es tu método? ¿Cómo enfocas tu aportación?
Normalmente cuando te envían una sesión de pistas para grabar guitarras, la verdad que es para un lado o para el otro. Quiero decir que, o no te dan nada y te dicen que toques lo que quieras, o te dan todo muy clarito y arreglado y está todo escrito.
En el segundo caso, hay que respetar la labor de gente que lleva un montón de meses trabajando en algo y tú lo acabas de escuchar. Tu punto de vista no va a ser nunca mejor que el de una persona que lleva meses trabajando en una preproducción. Así que lo que buscan es ese arreglo que te han enviado, pero humanizado y con los sonidos reales de guitarra.
En el otro caso, cuando te lo dejan muy abierto, normalmente suele ser porque el productor ya te conoce y sabe que coincides en muchos puntos con él. Hay una pequeña base te explican qué están buscando, pero de una forma mucho más abierta. Tienes la opción de aportar mucho más, pero al final también te la estás jugando todo el rato, porque dices: “Bueno, yo aquí haría esto”. A veces aciertas y otras veces no. Así que cuando reciben mis grabaciones me van diciendo qué les ha gustado, qué no…
¿A la hora de grabar tiendes a experimentar o tienes ya unas cuantas configuraciones de micros, amplis y demás que sabes que te funcionan y que utilizas casi siempre?
Por suerte tengo unos cuantos amplis, casi todos son cabezales con sus respectivos altavoces. Entonces claro, cuando escuchas la canción empiezas a imaginarte el ampli o los pedales o los tipos de efecto que pueden funcionar.
No se trata de decir: “A este tema le iría muy bien un sonido Vox, pero no lo voy a hacer, voy a utilizar el Marshall porque quiero romper con lo establecido.” Eso es absurdo. Si tú crees que le va un sonido Vox, vete a por ello, hazlo bien, porque seguramente está todo pensado para ese sonido.
Así que intento utilizar las configuraciones que conozco y experimento más en lo que toco, buscando ambientes, planos, o lo que sea. Al final con el equipo es lo de siempre. Sí, puedes poner un micro en la sala si quieres un ambiente especial… pero no estás haciendo nada que no se haya hecho ya 10 millones de veces.
Hablando ya de tus discos propios. Teniendo en cuenta que es música instrumental ¿Cómo suele ser tu proceso de composición? ¿Partes de un riff, de un ritmo o melodía?
Va variando. Hay veces que tienes una melodía que te va rondando, la dejas grabada como casi todo el mundo con las notas de voz de los móviles y al final tengo decenas y decenas de ideas ahí. A veces es una pequeña melodía que te gusta, otras veces es un riff y a partir de ahí tiras la canción y ya buscas una melodía que pueda encajar o directamente es una melodía que va unida a un riff. No hay una manera clara, surge y ya está. ¡Lo importante es acabarla!
¿Te ha ocurrido que un sonido de guitarra específico te lleve a una melodía o riff?
Sí, eso constantemente. De hecho desde que tengo la suerte de poder tener mi estudio, con los sonidos como me gustan y demás, pasa más a menudo. Porque a veces dices: “Voy a buscar un sonido con ambientes, con guitarras muy limpias…” y si ya utilizas ese ampli con una reverb ambiental, un eco de cinta o cualquier cosa que te dé esas atmósferas que tienes en la cabeza, es mucho más fácil que te salga una melodía.
De otra manera, si tienes una guitarra seca por ejemplo, te lo puedes estar imaginando, ¡Pero lo otro ya te lo está dando!
¿Cambia mucho tu equipo de tocar en el estudio a tocar en directo?
Pues antes no cambiaba tanto. Si grababa con amplis, bafles, micros y pedales, eso mismo llevaba para los directos. Pero en los últimos años me he pasado al lado oscuro de las emulaciones, y la verdad es que estoy muy contento. A ver, si voy a tocar con mi trío llevo un sonido mucho más directo, otro tipo de concepto, pero es verdad que para producciones muy grandes donde tu guitarra es un elemento más que está en la mezcla, las emulaciones funcionan muy bien. Aparte de que consigues que todos los días el sonido sea idéntico.
Las últimas veces en las que iba con amplis llevaba dos cabezales con dos bafles con un rack lleno de cosas, pedales… pero al final los bafles estaban debajo del escenario mirando hacia atrás, a veces los tapaban con lonas del follón que metían… Entonces cada día sonaban diferente.
Tienes que ser consciente de que no estás tocando con tu banda de rock y que no puedes llevar el escenario lleno de amplis, que es lo que yo haría. Yo, si pudiera, llevaría mis amplis detrás, lo tengo claro, pero hay que adaptarse al repertorio y al artista con el que estás trabajando.
Supongo que cambiará según con qué artista estés tocando, pero ¿Cuál sería tu equipo para el directo ahora mismo?
Cuando hacemos bolos en América con Melendi no podemos llevarnos nuestro equipo, así que allí nos alquilaban amplis y tenemos la suerte de poder pedir tres o cuatro amplis para cada uno, ¡Pero había veces que estaban rotos todos! O empezaban sonando bien y a mitad de bolo las válvulas estaban cascadas o lo que fuera. Al final, con la idea de llevar algo que sonará siempre igual pues me pillé una pedalera Fractal y me gusta tanto que la utilizo directamente.
Reconozco que en el estudio no lo uso porque al lado de los amplis a mí me parece que estamos muy lejos, pero cuando lo escucho en directo, ahí no estamos tan lejos. Y claro, a los técnicos les estás alegrando la vida, porque todos los días tienes el mismo sonido. Para ti también, si tienes otra igual puedes tener una copia hecha y si se rompe por lo que sea, plantas la otra y a seguir trabajando. Además no hay ruido en el escenario, queda todo muy limpio… Tiene muchas ventajas.
¿Exigen mucho trabajo previo los emuladores?
Es horrible, de hecho estuve a punto de devolverlo, ¡No es broma! Claro, te acostumbras a tu ampli, buscas el sonido, pones dos pedales y ya suena. Pones los micros a tu gusto y eso ya es el sonido de guitarra.
Con los emuladores es mucho más complicado. Me tiré un mes, una media de cuatro o cinco horas por las noches y cada vez me sonaba peor. Luego, cuando parecía que me gustaba, al día siguiente ya no… o sea es una condena. Pero, una vez que le has pillado el rollo, son todo ventajas.
¿Qué consideras básico a la hora de dar un buen bolo?
Lo principal es saberte muy bien el repertorio. Parece una chorrada, pero si no tienes ningún fleco por ahí suelto y sabes perfectamente qué tienes que tocar en cada momento, el bolo irá bien. Si además estás cómodo con la escucha y tiene tus sonidos preparados ahí ya vas a ir con una seguridad brutal.
Hay veces que me salen conciertos casi de un día para otro y digo que no, porque se que voy a ir a penar, con los temas agarrados con pinzas.
¿Algún consejo para alguien que quiere dedicarse a la guitarra?
Yo creo que lo más importante es disfrutar, porque al final esto es una profesión vocacional. Pasan los años, yo tengo ya casi 50 palos, y sigo mirando pedales, sigo mirando en las redes último previo…
Te lo tienes que pasar bien, porque tú te pones a tocar y no sabes dónde te va a llevar. Si haces algo que te gusta y encima consigues vivir de ello es un lujo. Así que, sobre todo disfrutar de lo que haces.
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